martes, 9 de septiembre de 2008

Biblia y Corán

La Biblia y el Corán son sin lugar a dudas de los libros más vendidos y leídos del mundo. Generan pasiones de seguidores y detractores, las controversias alrededor de éstos parecen dirimirse sin puntos medios o matices. En los polos de la polémica se encuentran unos que afirman que estos libros contienen verdades eternas para ser cumplidas al pie de la letra, versus otros, que piensan son textos anacrónicos, generadores de violencia y por tanto deben ser eliminados de la faz de la tierra. En ese ambiente, tanto el Corán como la Biblia, son los protagonistas directos o indirectos de muchas noticias.

Hace unas semanas atrás los periódicos holandeses reseñaron las expresiones del político conservador, Geert Wilders sobre un documental producido por él mismo titulado Fitna, palabra que podría ser traducida como enfrentamientos. El documental lejano de valor artístico, presenta al Islam como el eje de todo mal y se concentra en aquellos aspectos negativos que en tiempos recientes algunos sectores adjudican a esta religión, tales como el terrorismo. Apoyado en imágenes sobre los atentados en Nueva York, Londres y Madrid , el político holandés, advierte a sus conciudadanos el peligro que el crecimiento del Islam representa para Europa pero sobre todo para los Países Bajos. Claro está, olvidaba que entre sus conciudadanos hay un por ciento importante que profesa la fe islámica. El discurso y las acciones políticas de Wilders no sólo han ido dirigidas a recrudecer las medidas restrictivas contra los inmigrantes sino que además ha propuesto la prohibición del Corán en Holanda, comparándolo con Mein Kampf, (Mi lucha) libro de Adolf Hitler que está prohibido en este país.

Sin embargo, el planteamiento de que el Corán es generador de violencia no sólo proviene de un político conservador como Wilders sino también de políticos como la intelectual Ayaan Hirsi Ali, refugiada somalí naturalizada en Holanda. Por distintas razones a las de Wilders, Hirsi Ali ve en el Corán una amenaza. Ella huyó de su país de origen para evitar un matrimonio forzado, renunció a su religión y no ha sido tímida en afirmar que la difusión del Corán debería ser limitada. Hirsi Ali fue co autora del documental Sumisiones. Este documental de 2004 presenta la opresión que algunas mujeres musulmanas viven a consecuencia de la interpretación de textos del Corán. Luego de la exhibición de Sumisiones en el 2004 su realizador, el cineasta Theo van Gogh, fue asesinado por Mohammad Bouyeri, un joven musulmán nacido en Holanda.

Por otro lado, lejos de las costas europeas, Ron Owen, ex consejal en Australia y activista por los derechos del uso de armas, fue denunciado por el grupo lésbico Women for Women por violar las leyes de discursos de odio . Citando a Levítico 20:13, Owen vendió un pegadizo con la siguiente afirmación : “El único derecho de los gay es el derecho a morir”. Ante la demanda de estos días el político ha afirmado su confianza de salir airoso del proceso judicial, pues según él sólo ejerció el derecho a la libre expresión. Además afirmó que si es encontrado culpable, entonces se debe prohibir la publicación y distribución de la Biblia dado que desde su perspectiva este libro pide la aniquilación de los homosexuales.

Ciertamente la Biblia y el Corán pueden ser utilizados para condenar a diversos sectores sociales y afirmar: palabra de Dios. Sin embargo, también es cierto que toda lectura literal de textos tan complejos siempre será selectiva. Por otro lado, tenemos muchos datos históricos para demostrar que ambos libros han inspirado guerras, persecuciones, regímenes racistas y otros, fuera de toda duda en muchas ocasiones el manejo de los mismos ha provocado dolor y muerte a sectores de la humanidad. Pero no es menos cierto que a pesar de los elementos represivamente patriarcales de ambos textos los mismos han sido el sostén de muchos sectores marginados y han inspirado luchas libertarias.

Hace poco fue a subasta pública una carta de 1954 de Albert Einstein dirgida al filósofo Eric Gutkin quien había enviado a éste una copia de su libro “Choose Life: the Biblical Call to Revolt” En su carta Einstein deja claro que los textos bíblicos son para él puras leyendas y que las interpretaciones de las narrativas bíblicas siempre estarán lejos de su intención original. Deja sin embargo un puente de comunicación resaltando la preocupación que ambos sentían por la situación de la humanidad e invitando a Gutkin a hablar de cosas concretas. Supongo que esas cosas concretas son la vida misma. Ojalá que en lugar de poner los acentos en los textos sagrados los pongamos en primar la vida, que después de todo es quien inspira a aquellos.

Margarita Sánchez De León
CMsanleon@gmail.com

editado para El Nuevo Día

No hay comentarios.: