lunes, 22 de diciembre de 2008

En mi escuela no había negros

En mi escuela no había negros; quizás sí, no los recuerdo. En la clase de estudios sociales enseñaban que Puerto Rico es la isla del Caribe con mayor población blanca. Contrario a lo dicho en las aulas, la tonalidad de pieles nos delata mulatos. Entre mis compañeros nunca vi a nadie más oscuro que yo. Era evidentemente negra entre mulatos en un país que se pensaba blanco. Por eso no fue raro aquel incidente.

Salíamos de la escuela a las tres de la tarde. La mayoría de los chicos vivían en los alrededores, así que regresaban a las casas caminando. A veces como las cotorras, íbamos en banda conversando en alta voz, otras como perros de la calle, en jauría, listos para atacar. Mi hermano Dimas estaba en la misma escuela primaria. Como hermana mayor era mi responsabilidad esperarle para llegar juntos a la casa. Y así fue aquella tarde cuando un grupo de chicos al vernos pasar comenzaron a burlarse de nosotros. Tengo la virtud de borrar de mi memoria eventos desafortunados, pero: “negros sucios” la frase que aquellos chicos gritaban queda en mi memoria. Hay algunas frases, algunas palabras que se adhieren a la conciencia. Negro, negra surgían en el momento adecuado para que recordara quien era y cómo era vista en la comunidad. “Eres negra pero decente”; “negra pero inteligente”; negra…pero negra.

Ante aquellos gritos no sabía si tomar de la mano a mi hermano y correr, responder o seguir caminando indiferente. En esa fracción de segundo, Dimas comenzó a gritar también, no recuerdo qué. Luego las piedras surcaron el aire, quedé helada, mi asombro estalló en risa. Indignado, Dimas reclamaba, “no te rías”. Si no podía reír me quedaba correr y corrí. Corrí hasta casa dejando atrás a mi hermano menor. No sé en qué condición llegó pero como era de esperarse en mi familia, el suceso se comentó en la mesa a la hora de cenar. Vaya regaño que me llevé.

A la hora de cenar mi familia resuelve los enredos del día pero también es el espacio para pasar las historias de los que estuvieron antes a la otra generación. Miles de veces escuché relatos sobre lo que significaba ser una persona negra en el Puerto Rico de los años treinta, de los cuarenta. Todas las historias terminaban con la sentencia “hay que darse a respetar”. Quizás correr no fue una manera de darme a respetar.

Reír es una manera distinta de correr, alejas tus emociones para que no las laceren. Como muchos otros niños que eran blanco de burlas, tuve infinidad de motes: “aunt Jemima”, “Farina”, “barril de brea”, “pelo de palo”, todos en referencia a mis características raciales. Ante cada burla, reía y me hice impenetrable. Aprendí el poder de las palabras, el poder de auto nombrarte. Entonces me llamé negra y en otras circunstancias de mi vida me llamé lesbiana, puertorriqueña. Lo que eran meras característica física, geográficas o de opción amorosa se convirtieron en parte de mi identidad, de mi orgullo. Es curioso pero la identidad propia puede surgir de la ignorancia y del prejuicio de otros.

Hace algún tiempo que no corro, ni para huir, ni por deporte, es como si mis pies se hubiesen aferrado a la tierra. No me bastan mis identidades, aquellas que arranqué a los prejuicios. Me ahogan las fronteras que me definen y que limitan lo que soy. En mi escuela no había negros porque nunca los hubo; fuimos y somos seres humanos temerosos de los otros y de nosotros mismos.

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jueves, 6 de noviembre de 2008

Alrededor del pan sí podemos

Me alegré cuando me invitaron a celebrar en un restaurante etiope la victoria de Barack Obama. Toda Londres había seguido hasta el último momento los acontecimientos que se desarrollaban en los Estados Unidos, el cuatro de noviembre mucha gente se quedó en los pubs esperando los resultados. Para mi, que nunca me ha emocionado la política partidista, era una sensación nueva. Tenía curiosidad de saber por qué los resultados provocaron tanta conmoción, no en la esfera de gobierno sino en la gente. Ciertamente muchos acá podrían identificarse con la historia de Obama. Nacer de una relación interracial, ser criado por una familia “no tradicional”, tener una parentela extendida del otro lado del océano y respirar una sensibilidad ecuménica por las diversas prácticas religiosas en el seno de los cercanos, son características frecuentes en las personas de esta ciudad multiétnica y multicultural.

La comida etiope es un deleite, no sólo por su sabor sino por la oportunidad de comer todos de un mismo plato. Sobre un pan plano poroso se colocan los diversos guisos, agrupados en pequeños promontorios, diversos colores y sabores, sobre una base común: el pan y se comerá con las manos. En esta comunión brindaron por la victoria, italianos, sudaneses, egipcios, holandeses, ingleses y una puertorriqueña.

¿Cuál victoria?. Claro que un hombre negro ha ganado la silla ejecutiva de la nación más poderosa del mundo. Pero eso no es todo. Claro que los hijos e hijas de antiguos esclavos y de aquellos que salieron de las antiguas colonias hacia las antiguas metrópolis sienten que se abre un espacio de probabilidades. Pero eso no es todo. Un compañero sudanés con voz calmada dijo y repitió: “Un nuevo movimiento social ha surgido”.

Y es que Obama supo traducir el malestar de la gente en propuestas y la gente a su vez hizo suya la candidatura de Obama. Por eso los aportes económicos vinieron de todos lados y no de los grandes donantes tradicionales. Por eso las iniciativas para promover al candidato en la internet trascendieron a las elaboradas por la estrategia oficial. Por eso abundaron los voluntarios para promover la candidatura condado por condado y vigilar el proceso eleccionario el día de las elecciones. Por eso aunque no era su costumbre la gente salió a votar, ausentes como presentes. Muchas veces tuve que dar explicaciones colegas americanos y de otros lugares sobre por qué no había solicitado el voto ausente.

Hay una gran diferencia entre un cambio de administración de gobierno y los inicios de una transformación social. Ante la victoria de Obama la gente tiene la impresión de que estamos frente a los albores de un cambio radical.

El entusiasmo alrededor de la mesa iba de vez en cuando a los temores y a la expectativa crítica. ¿Se elaborarán mecanismos para adjudicar responsabilidades ante decisiones criminales y arriesgadas de los poderes financieros? ¿Se crearán las bases de una nueva manera de hacer política internacional basada en los derechos humanos? ¿Se hará una justa distribución de los recursos económicos para sacar de la pobreza a aquellos con desventaja en un sistema promotor de la desigualdad? ¿Tendremos valor para procesar criminalmente a los burócratas responsables de intervenciones militares que han costado la vida a miles de personas inocentes? Una cosa está clara, no será sólo la fuerza de Obama la que logrará abordar de manera sensible y justa cada una de esas situaciones sino la continuidad del movimiento social que lo ha llevado al poder. Por ahora, aquí quedo, convencida de que alrededor del pan sí podemos.

martes, 28 de octubre de 2008

Dos calles, una ciudad

Dos calles, una ciudad

Es sábado juega el Arsenal, uno de los más antiguos equipos ingleses de fútbol. Las calles Blackstock y Stroud Green están atestadas de fanáticos. El estadio del Arsenal Football Club, nombre oficial del equipo, estuvo ubicado desde 1913 hasta el 2006 en las cercanías de las calles Blackstock y Stroud Green que están bajo la jurisdicción compartida de los municipios de Hackney, Haringey e Islington, al norte del río Támesis.

Ganador de varios campeonatos incluyendo la bien recordada participación en la Final de la Copa Europea en el 1970, el Arsenal, desata las pasiones de sus seguidores, los gunners. No es para menos, el Arsenal es una antigua tradición que nació en las clases trabajadoras blancas inglesas hasta ser hoy el club de fútbol predilecto por la mayoría de los grupos étnicos en Londres. Antes de convertirse en un club profesional, el Arsenal, fundado en 1886, estaba integrado por trabajadores de una fábrica llamada la Arsenal Armament Factory en Woolwich al sur del río.

Aunque el Arsenal tiene hoy un nuevo hogar el Emirates Stadium en Hornsey Road, Blackstock y Stroud Green continúan siendo las arterias del club. Muchas personas se apilan en uno de los más famosos pubs del área, el Twelve Pins, que es el punto de confluencia de ambas calles. Los pubs antiguas, casas públicas cuya función era alimentar y saciar la sed del viajero, forman parte de las antiguas tradiciones inglesas. Lo particular de las decenas de que podemos encontrar a lo largo de estas dos calles es que aluden de una forma u otra al Arsenal. Es así como suelen llevar nombres como Gunners, Arsenal Club, Arsenal´s Tavern. En ese espacio público la gente, casi todos ingleses o irlandeses, van a mirar los partidos, a comentar las jugadas en comunidad. No pueden faltar las grandes cantidades de cerveza o licor con el pretexto de aderezar las reuniones. La posible agitación de los fanáticos no escapa a los ojos de la policía, quienes ocupan las calles con varios escuadrones.

Vistas de manera fugaz, Blackstock y Stroud Green parecen ser dos calles vulgares de una ciudad sobre poblada y sí, en gran medida lo son. Están ocupadas por una combinación de negocios y residencias en casas de dos o tres niveles con techos a dos aguas y una sencilla terminación en ladrillo que recuerda el estilo victoriano. Sin embargo esta arquitectura común en el paisaje urbano londinense no es lo particular de estas calles. Su belleza, su particularidad y su paradoja, está en el enramado de gentes y de espacios en donde éstas a pesar de su diversidad se encuentran y desencuentran.

Si tomamos a mano izquierda del Twelve Pins, nos encontramos con la calle Stroud Green, también conocida como la pequeña Africa. Al inicio de la calle un pequeño negocio en el sótano de un edificio anticipa lo que encontraremos, su rótulo anuncia auténtica comida nigeriana. Y es que en este corto trayecto encontramos pequeños restaurantes de una gran variedad: coreanos, vietnamitas, jamaiquinos, colombianos, mexicanos, thai, el arte culinario del mundo concentrado en un recorrido de veinte minutos.


Stroud Green no es sólo un paraíso de comidas típicas de diversas partes del mundo, es también un lugar en donde las personas africanas, asiáticas y caribeñas encuentran los más variados productos para poder confeccionar sus platos típicos. La calle está impregnada de olores, sabores y colores propios de geografías distantes. En medio del frío londinenses hay posibilidad de saborear la dulce amargura de unas semillas de tamarindo, olfatear la melaza del mangó y disfrutar la rugosa superficie de un ñame. Así se quiebran las fronteras, claro, no podía ser de otra forma pues el poder colonial inglés se desparramó por el mundo desde el siglo diecisiete y hoy el mundo se extiende en Londres.

Además de comida, Stroud Green ofrece una gran cantidad de lugares para atender el cabello, casi todos apelan a las mujeres afro descendientes. Durante la década de los sesenta y setenta el cabello fue para muchas personas un campo de batalla para afirmar su negritud o integrarse a las corrientes de la moda occidental blanca. Hoy, el estilo del cabello parece ser un asunto más relajado y de gusto personal. Los salones de estilo y las tiendas de productos para el cabello en Stroud Green, ofrecen todas las propuestas de moda o fuera de ella: alisados, trenzas largas o cortas, cabello corto con la honda natural y otros. De todo para todos los gustos, juzgando la cantidad de negocios dedicados a la atención del cabello podemos decir que éste sigue siendo un asunto serio.

Se dice que durante su juventud, Ho-Chi-Minh, luchador por la independencia del Vietnam y famoso líder comunista, residió en Stroud Green. Cierto o no aquí podemos encontrar espacios culturales para explorar la historia de las antiguas colonias europeas. Uno de esos lugares es la singular librería New Beacon, especializada en libros de autores y temas africanos, asiáticos y caribeños, es también un espacio para escritores de nuevo cuño. La antigua Beacon fue una revista literaria caribeña de fines de la década del veinte e inicios del treinta del siglo veinte. Esta revista promovió discusiones políticas que alimentaron el movimiento sindical de los trabajadores de los yacimientos de petróleo en el Caribe y que a su vez fue el fermento para las luchas de independencia contra las antiguas metrópolis europeas.

Si regresamos hacia el punto de confluencia de las dos calles, encontraremos a mano izquierda una de las tantas salidas del Finsbury Park, área verde de esta parte de la ciudad. Este parque de ciento doce acres fue fundado en el 1869. Es uno de los espacios en donde toda la diversidad poblacional del sector se encuentra. Escolares, corredores, mascotas, madres con sus bebes en cochecitos, personas sin hogar, curiosos, caminantes en busca de atrecho, cada uno de ellos se encuentran aquí para disfrutar los lagos, áreas verdes y canchas. Mientras el tiempo lo permite, todos los fines de semana, el parque se convierte en varios campos de fútbol. Diversos grupos de hombres divididos según su lugar de procedencia u origen étnico juegan unos cerca de los otros, nunca juntos ni revueltos.

Al otro lado de la avenida nos encontramos con la Blackstock Road, un trozo de la misma es conocida como la pequeña Argelia. La Blackstock Road es una vía en continuo bullicio y para algunos una zona problemática de la ciudad. Esta calle había adquirido mala fama por sus índices de criminalidad. El pasado mes de marzo fue ocupada por un contingente de 600 policías metropolitanos con el objetivo de intervenir con algunos puntos de manejo ilegal de computadoras, documentos y equipos electrónicos. Algunos han criticado severamente estas medidas y señalan que la forma en que fue movilizada la policía tuvo motivaciones racistas. Otros piensan que medidas como éstas darán seguridad al área. Más allá de la controversia la comunidad ha buscado maneras de mejorar su entorno, han organizado actividades para reanimar el espíritu de la calle. Ese fue el objetivo de la actividad Festival of the Senses, de este pasado agosto. Por un breve momento la calle expuso sus mejores galas para el disfrute de los peatones.

Cerca de Blackstock Road está ubicada una de las mezquitas más importantes de la ciudad, la North London Central Mosque. Quizás por esta razón abundan en la calle las carnicerías halal que ofrecen los productos adecuados para los fieles del islam. Durante las fiestas religiosas especiales tales como el Ramadan estos lugares se llenan de nuevas golosinas que son parte de la dieta de la temporada. Es una fiesta para los ojos y el paladar. Aunque es indiscutible que la North London Central Mosque le da a la Blackstock Road una vitalidad increíble, ésta adquirió mala fama cuando varios asistentes participaron en atentados terroristas en Londres. El imán Abu Hamzah al-Masri fue acusado de difundir mensajes de odio y condenado a cumplir siete años en prisión. Luego de esos sucesos la mezquita se reorganizó bajo un nuevo liderato. Desde allí se ofrecen clases de inglés, Islam y ciudadanía.

La comunidad comercial de Blackstock Road no sólo está integrada por un sinfín de comercios, ferreterías, colmados, farmacias, carnicerías, ciber cafés, panaderías sino que además los dueños provienen de distintas partes del mundo, turcos indios, ingleses, franceses, argelinos, chinos, eritreos son varias de la nacionalidades aquí representadas.
La actividad es tan vibrante en Blackstock Road que aún al caer la noche muchos de los espacios comerciales continúan abiertos. Bueno es para una compra de última hora , para un antojo de una de las tantas variantes culinarias o quizás para el último vino o cerveza de la noche mientras se comenta el más reciente juego, hoy ganó el Arsenal, impera la calma.

Un encuentro más allá del arco iris

Un encuentro más allá del arco iris

Saltó por la ventana para encontrarse conmigo, así era ella, nada la detiene si se trata de buscar a quienes quiere. Sencilla, como son en verdad esos seres que aman a la gente y que miran el mundo con asombro. Su placer: compañía. Sus ojos pura miel, no solo por su color sino por la dulzura de su mirada. No he conocido persona o animal con una mirada tan dulce. En estos días nos miramos profundamente y así mirándonos le hablé. Le dije que la compensaría por el tiempo, aquellos meses que estuvimos separadas. Queríamos traerla a esta ciudad a vivir con nosotras pero los procesos burocráticos requerían que pasarán al menos tres meses después de su vacuna de rabia para entrar a Europa. Entonces no quedó más remedio y así fue como la dejé en la oficina de su doctor en Puerto Rico. A pesar del cuido, fueron dos meses duros, me lo dijo su mirada cuando nos reunimos nuevamente en mayo. Luego de un larguísimo viaje a Bélgica la fuimos a buscar Frida, Marinke y yo. Lucía cansada, triste. Al verme sólo pudo lamer mi mano y la abracé. La llevamos a Holanda al hogar de Marinke y Bas su nuevo hogar temporero. Debíamos esperar tres meses más para que cumpliera con los requisitos de las autoridades inglesas a las mascotas que entran a Reino Unido. Junto a Marinke y Bas recuperó su alegría. En aquel campo holandés vio cosas que una perra de urbanización boricua no ve…lagos, cantidad de flores, verde, caballos, ovejas y las siempre atractivas bicicletas. No sé por qué tenía esa fascinación al borde del terror hacía aquellas bicicletas que pasaban por su lado. Fueron para ella tres meses llenos de alegría por el encanto con lo nuevo y con las atenciones que recibía. Y para nosotras que la queríamos ya en nuestra casa en Londres fue tiempo de espera.

Kenya siempre ha sido una perra de iniciativas. La primera vez que la vi, salió a nuestro encuentro desde la marquesina de una casa, tres calles más abajo de la casa que en aquel entonces era el hogar de María y mío. Si bien la saludamos no le prestamos mucha atención y seguimos el camino. Pero ella que sabía lo que hacía, nos siguió hasta nuestra casa. María fue a devolverla a la casa de la marquesina, dijeron que la perrita no era de allí. Así supimos que era otra víctima de la insensibilidad de personas que olvidan que los animales también deben ser tratados con respeto y consideración. Ante la situación inmediatamente la llevamos al veterinario y luego de vacunada y desparasitada la ofrecimos a todas las amistades y familiares que pudimos. Fue así como Kenya se quedó uno, dos hasta diez años. La pequeñita creció hasta alcanzar veinte pulgadas de altura y pesar 70 libras. Su veterinario tenía razón cuando la miró por primera vez y me advirtió: “va a ser grande”. Vivaracha, cariñosa, nunca temerosa, Kenya siempre tuvo una gran “personalidad”. Sí, creo que le va bien el término personalidad pues a veces miraba como si tuviera algo que contar.

Llegó a Londres el día de mi cumpleaños, venía por auto desde Holanda con Marinke y Bas. Por fin iba a vivir con Frida y conmigo. Con ella se completaba el hogar. Estábamos nerviosas pues no sabíamos cómo le iría. Londres es una ciudad compleja, llena de gente, de mascotas… una ciudad de cosas interesantes pero llena de retos. Caminaría todos los días por el parque que nos queda a tres minutos de la casa y caminaría entre buses, bicicletas, vehículos y entre mucha, mucha gente. El parque le encantó sobre todo las ardillas, no dudo en ir detrás de ellas. Los autobuses no le gustaron mucho pero los toleró bien y sobre todo le encantó la gente, su único problema era que siempre se quería acercar demasiado. Así, Kenya parecía superar otro reto en su vida, era capaz de aprender cosas nuevas y acostumbrarse a un entorno nuevo, grande era nuestra alegría.

El sábado después de su llegada nos fuimos a pasear al peculiar e histórico cementerio de Abney Park en Stoke Newington. Fue una hermosa mañana, regresamos con Kenya a la casa para luego ir a almorzar en un pequeño restaurante de comida colombiana. Kenya estaba rendida, al llegar se acostó inmediatamente. Sólo se levantó cuando vio que partíamos sin ella. “Sube, a dormir” le indiqué, y sí parecía dormida cuando llegamos. Por eso me tomó unos minutos darme cuenta que estaba muerta. La encontramos tendida en la entrada del frente de la casa. La confusión fue grande pues no sabíamos cómo había llegado allí…hasta que miramos hacia arriba y vimos la pequeña ventana abierta. Mucho habíamos discutido Frida y yo sobre cómo protegerla de su entorno exterior. Hablamos sobre cómo enseñarle a caminar por la ciudad, entre gente, bicicletas y autobuses pero nunca imaginamos que vivir en un tercer piso no intimida a una mascota como Kenya sobre todo si se trata de estar con los suyos. En su cuerpo no había señales de sangre ni de traumas. Las autoridades nos informaron que un vecino la vio lanzarse pasadas las tres de la tarde, unos momentos antes habíamos partido a almorzar.

No sé cuánto se puede llorar a una mascota, no sé si es permitido estar de luto cuando perdemos un ser querido que no es humano. Sólo sé que en el hermoso relato mitológico del diluvio narrado en la Biblia, Dios hizo un pacto con los animales así como con los seres humanos y el símbolo de la promesa divina fue un arco iris. Por eso quiero pensar que algún día nos volveremos a mirar Kenya y yo, algún día más allá del arco iris…después de todo ella se lanzó por la ventana para encontrarse conmigo.

martes, 9 de septiembre de 2008

Somos Karadžić

Si algo caracterizó al siglo pasado fue la repetición de genocidios. Los asesinatos o las violaciones en masa, sistemáticas, organizadas, motivadas por cualquier característica que nos distinga, es lo que conocemos por genocidio. Armenios durante la Primera Guerra Mundial, judíos, roma/sinti, homosexuales y disidentes en la Segunda Guerra Mundial, Ruanda, Bosnia y el Sudán, millones de muertos como afrenta. ¿Cómo ha sido posible el asesinato y violaciones de millones? ¿Por qué es tan sencillo para las naciones que no están directamente involucradas en los conflictos permanecer hasta lo insostenible sin intervenir ante la barbarie? ¿Por qué la indignación ciudadana, sobre todo en estos tiempos de guerras y conflictos mediáticos, no es mayor? Quizás se trate de indiferencia y complicidad. Y es fácil pasar por alto la desgracia ajena, después de todo, “un asesinato es un rostro, el genocidio es una estadística”. También es fácil encontrar corderos de sacrificio ante las crisis o miedos que nos asechan.

En estos días los periódicos de casi todas partes del mundo tienen en sus portadas el rostro de uno de los más buscados en Europa, Dr. Rodavan Karadžić, conocido en su vecindad como Dr. David Dabić. Para la mira rápida podría parecer un místico, un sabio o en todo caso un vulnerable anciano. Dr. Dabić se desempeñaba exitosamente en uno de los suburbios de Belgrado como un especialista en medicina alternativa y dictaba charlas sobre la meditación como recurso para nutrir nuestro ser interno. De esta manera ocultaba su identidad Rodavan Karadžić, antiguo presidente de la Republika Srpska, puesto al que se auto nombró. Respaldado por el antiguo Presidente de Serbia, Slobodan Milosevic, fomentó la división de una Bosnia multi étnica para garantizar un estado netamente serbio. Para ello promovió la eliminación sistemática de la población bosnio musulmana, de los no serbios y de los serbios disidentes a sus ideas.

Gran nacionalista y creyente en la Gran Serbia, emplazaba a la población con la expresión “hagan ahora con ellos lo que seguramente ellos harían con ustedes mañana”. Y el resultado de su política no pudo ser más devastador: sobre cien mil muertos en el período en que duró la guerra (1992-95), miles de desplazados forzosos y la creación de centros de detención en los que la tortura y la violación sistemática eran las práctica recurrentes. En las cercanías del fin de la guerra las fuerzas militares bajo su responsabilidad masacraron en Srebrenica el 11 de julio de 1995 a sobre ocho mil hombres y niños musulmanes bosnios. El psiquiatra, aspirante a poeta y ambientalista, Karadžić, huía a la clandestinidad en el 1996, luego de los acuerdos de paz y de que se levantaran contra él cargos por crímenes de lesa humanidad.

Los doce años antes de su detención son atribuidos a una red de colaboradores y a una total falta de voluntad política del pasado gobierno serbio. El actual gobierno de Boris Tadic, en el poder hace un mes junto al recién nombrado jefe de seguridad, lograron sin gran esfuerzo de los servicios de inteligencia, el arresto de Karadžić. Así Serbia gana la posibilidad de formar parte de la Unión Europea y quizás también detener los esfuerzos de un Kosovo independiente.

Ante el arresto, Nura Begovic, líder de las Mujeres de Srebrenica, grupo de sobrevivientes que han tratado de mantener viva la memoria de los sangrientos sucesos, declaró para la prensa “me siento muy aliviada pero no significa que mi dolor sea menor.” También siento alivio y a su vez inquietud, pues de una forma otra el espectro del discrimen, el odio y la indiferencia que habita en todos nosotros deja la puerta siempre abierta a los Karadžić.

Margarita Sánchez De León
CMsanleón@gmail.com

Una voz llamada Pauline

Sin temor a parecer impropia me atrevo a decir que a muy pocos gobiernos le importan los confinados, menos aún las confinadas. La superficialidad en el análisis de muchos políticos, avalado por el temor nuestro, nos ha llevado a pensar que podemos tener mayor seguridad social con más policías y por supuesto con más cárceles.

La manera en que son tratados los confinados y las confinadas por los sistemas penitenciarios, es un asunto que llena las páginas de los informes de las organizaciones de derechos humanos. El hacinamiento, la deficiencia en los servicios, el abuso de las autoridades y la casi inexistencia de programas de rehabilitación son constantes en el trato hacia aquellos que consideramos en una categoría humana inferior.

Por eso llaman la atención las personas que dedican parte de sus vidas a defender los derechos de confinadas y confinados. A veces la pasión por estas causas es provocada por una experiencia de impacto personal, ese es el caso de Pauline Campbell, maestra retirada y madre. Pauline colocó su cuerpo veintiocho veces frente a la entrada de innumerables cárceles de mujeres en Reino Unido para evitar que camiones con nuevas prisioneras entraran a la institución. Con esa protesta tan particular quería dramatizar que esas mujeres eran conducidas hacia su muerte. Nada exagerado si tomamos en consideración que desde 2003 hasta el presente cuarenta y una mujeres han cometido suicidio en centros de detención en el Reino Unido. Sarah, la hija de Pauline fue una de esas mujeres, a los dieciocho años se suicido, días después de iniciada su condena de tres años por asesinato involuntario.

Las persistentes denuncias de Pauline Campbell tuvieron como consecuencia que el gobierno ordenara un informe especial sobre los casos de suicidio y que al presente monitoree el estado de los confinados en las instituciones carcelarias. Gracias a esos estudios el gobierno inglés sabe que la posibilidad de que una confinada cometa suicidio es dieciocho veces más alto que en la población general. Debido a esto se discute entre otras cosas la posibilidad de eliminar las sentencias en prisión en los casos de delitos menos graves entre varias medidas.

Pauline señalaba en sus mensajes que la mayoría de estas mujeres habían sido abandonadas por el Estado. Y es que las investigaciones del propio gobierno señalan que el 72% de las mujeres que cometieron suicidio en las cárceles tenían un historial de problemas de salud mental, además más de la mitad de la población general de confinadas ha sufrido de violencia doméstica y una de cada tres, abuso sexual. Es decir, antes de confrontar problemas con la ley estas mujeres fueron víctimas de la violencia social y fueron atendidas con negligencia.

Ante esta realidad y leyendo a la isla desde la distancia, me sorprende favorablemente la información sobre la reducción de mujeres y menores en las cárceles del país. Puerto Rico estaría en dirección contraria a la nefasta práctica mundial de aumentar cada vez más la población penal. Desafortunadamente no puedo concluir que este aparente logro es el producto de una política pública dirigida a manejar de manera compasiva la situación de las confinadas pues el Sr. Pereira no puede explicar la razón de esta reducción.

Aún así las voces como las de Pauline Campbell tienen pertinencia para Puerto Rico, nos recuerdan que a veces los actos delictivos provienen de personas que fueron y son víctimas de la injusticia social. Recientemente el cuerpo de Pauline cayó cerca de la tumba de su hija Sarah, vencido por la muerte, última expresión de su amor materno, última protesta.

Publicado en El Nuevo Día agosto de 2008, San Juan Puerto Rico

Margarita Sánchez De León
mailto:sanmargarita@gmail.com

Biblia y Corán

La Biblia y el Corán son sin lugar a dudas de los libros más vendidos y leídos del mundo. Generan pasiones de seguidores y detractores, las controversias alrededor de éstos parecen dirimirse sin puntos medios o matices. En los polos de la polémica se encuentran unos que afirman que estos libros contienen verdades eternas para ser cumplidas al pie de la letra, versus otros, que piensan son textos anacrónicos, generadores de violencia y por tanto deben ser eliminados de la faz de la tierra. En ese ambiente, tanto el Corán como la Biblia, son los protagonistas directos o indirectos de muchas noticias.

Hace unas semanas atrás los periódicos holandeses reseñaron las expresiones del político conservador, Geert Wilders sobre un documental producido por él mismo titulado Fitna, palabra que podría ser traducida como enfrentamientos. El documental lejano de valor artístico, presenta al Islam como el eje de todo mal y se concentra en aquellos aspectos negativos que en tiempos recientes algunos sectores adjudican a esta religión, tales como el terrorismo. Apoyado en imágenes sobre los atentados en Nueva York, Londres y Madrid , el político holandés, advierte a sus conciudadanos el peligro que el crecimiento del Islam representa para Europa pero sobre todo para los Países Bajos. Claro está, olvidaba que entre sus conciudadanos hay un por ciento importante que profesa la fe islámica. El discurso y las acciones políticas de Wilders no sólo han ido dirigidas a recrudecer las medidas restrictivas contra los inmigrantes sino que además ha propuesto la prohibición del Corán en Holanda, comparándolo con Mein Kampf, (Mi lucha) libro de Adolf Hitler que está prohibido en este país.

Sin embargo, el planteamiento de que el Corán es generador de violencia no sólo proviene de un político conservador como Wilders sino también de políticos como la intelectual Ayaan Hirsi Ali, refugiada somalí naturalizada en Holanda. Por distintas razones a las de Wilders, Hirsi Ali ve en el Corán una amenaza. Ella huyó de su país de origen para evitar un matrimonio forzado, renunció a su religión y no ha sido tímida en afirmar que la difusión del Corán debería ser limitada. Hirsi Ali fue co autora del documental Sumisiones. Este documental de 2004 presenta la opresión que algunas mujeres musulmanas viven a consecuencia de la interpretación de textos del Corán. Luego de la exhibición de Sumisiones en el 2004 su realizador, el cineasta Theo van Gogh, fue asesinado por Mohammad Bouyeri, un joven musulmán nacido en Holanda.

Por otro lado, lejos de las costas europeas, Ron Owen, ex consejal en Australia y activista por los derechos del uso de armas, fue denunciado por el grupo lésbico Women for Women por violar las leyes de discursos de odio . Citando a Levítico 20:13, Owen vendió un pegadizo con la siguiente afirmación : “El único derecho de los gay es el derecho a morir”. Ante la demanda de estos días el político ha afirmado su confianza de salir airoso del proceso judicial, pues según él sólo ejerció el derecho a la libre expresión. Además afirmó que si es encontrado culpable, entonces se debe prohibir la publicación y distribución de la Biblia dado que desde su perspectiva este libro pide la aniquilación de los homosexuales.

Ciertamente la Biblia y el Corán pueden ser utilizados para condenar a diversos sectores sociales y afirmar: palabra de Dios. Sin embargo, también es cierto que toda lectura literal de textos tan complejos siempre será selectiva. Por otro lado, tenemos muchos datos históricos para demostrar que ambos libros han inspirado guerras, persecuciones, regímenes racistas y otros, fuera de toda duda en muchas ocasiones el manejo de los mismos ha provocado dolor y muerte a sectores de la humanidad. Pero no es menos cierto que a pesar de los elementos represivamente patriarcales de ambos textos los mismos han sido el sostén de muchos sectores marginados y han inspirado luchas libertarias.

Hace poco fue a subasta pública una carta de 1954 de Albert Einstein dirgida al filósofo Eric Gutkin quien había enviado a éste una copia de su libro “Choose Life: the Biblical Call to Revolt” En su carta Einstein deja claro que los textos bíblicos son para él puras leyendas y que las interpretaciones de las narrativas bíblicas siempre estarán lejos de su intención original. Deja sin embargo un puente de comunicación resaltando la preocupación que ambos sentían por la situación de la humanidad e invitando a Gutkin a hablar de cosas concretas. Supongo que esas cosas concretas son la vida misma. Ojalá que en lugar de poner los acentos en los textos sagrados los pongamos en primar la vida, que después de todo es quien inspira a aquellos.

Margarita Sánchez De León
CMsanleon@gmail.com

editado para El Nuevo Día

Cisma o reto

Un escogido de Dios

“Soy un pastor ordinario escogido por Dios para proteger las Escrituras”, así definió su misión en entrevista recogida por la BBC, el Arzobispo Metropolitano y Primado de toda Nigeria, Peter Jasper Akinola. Reconocido por The Times como una de las cien figuras más influyentes del mundo contemporáneo, el arzobispo Akinola es protagonista en el debate que hoy sacude a la Iglesia Anglicana, un debate que incluye varios de los temas de mayor importancia en la reflexión teológica y en la acción pastoral de las Iglesias Cristianas hoy. Asuntos sobre cómo entender las Escrituras, el papel de las mujeres en el seno de las estructuras eclesiásticas y la aceptación o rechazo de las personas lesbianas y gays sacuden a la mayoría de las confesiones cristianas y son el eje del conflicto en la Iglesia Anglicana. La controversia no es sencilla y ya ha logrado la polarización de algunos sectores. Muchos comienzan a mencionar la palabra cisma, como posible fin de la situación.

Debate teológico o prácticas post coloniales

Las antiguas relaciones coloniales y post coloniales del presente se convierten en argumentos que entran y salen de esta polémica. Para un sector de los obispos africanos el nuevo discurso teológico sobre el papel de las mujeres en la Iglesia Anglicana, la forma de reinterpretar los textos bíblicos y sobre todo la apertura hacia las personas lesbianas y gays es una imposición de las Iglesias del norte sobre las Iglesias del sur. Más aún algunos han planteado que la homosexualidad es un mal de occidente que no debe alcanzar al continente africano. Estos obispos son, junto al arzobispo Akinola , los portavoces de un conservadurismo tan fortalecido que actualmente amenaza llevarse a una buena parte del mundo anglicano. Este conservadurismo hace un llamado a volver a los orígenes del Evangelio predicado por los misioneros durante el siglo diecinueve, quienes paradójicamente fueron parte de la política de asimilación en las antiguas colonias inglesas.

En los últimos años el crecimiento de las antiguas hijas ha sobrepasado por mucho a la Madre Iglesia Anglicana. Con un total de diez provincias y 99 diócesis, la Iglesia de Nigeria supera en estructura y crecimiento a la Iglesia de Inglaterra, cuna del anglicanismo. De los 77 millones de anglicanos en el mundo, 20 millones provienen de Nigeria, el país africano más poblado. Un impacto directo del crecimiento del anglicanismo en el sur es el aumento de obispos que en su mayoría provienen de una tradición más conservadora y se oponen radicalmente a los cambios que se van generando en algunos sectores de las Iglesias de Estados Unidos, Canadá e Inglaterra.

Con el fin de reaccionar a lo que se consideró como traición a los acuerdos de la Conferencia de Lambeth de 1998, Akinola junto a otros obispos conservadores crearon la Global Anglican Future Conference (GAFCON). Las conferencias de Lambeth se celebran cada diez años bajo el auspicio del Arzobispo de Canterbury y Primado de la Iglesia Anglicana, puesto ocupado hace siete años por el Dr. Rowan Williams. Estas conferencias son los espacios de reunión del obispado y uno de los pilares de unidad de dicha confesión de fe. En Lambeth 1998 el cuerpo de obispos definió el matrimonio como una relación única entre un hombre y una mujer, además concluyó que el ejercicio de la sexualidad entre personas del mismo sexo es opuesto a las enseñazas de las Escrituras. A pesar de esa resolución y haciendo uso de la autonomía que le es permitida, diócesis en los Estados Unidos y Canadá, movidos por una nueva reflexión teológica, dieron paso a cambios en las prácticas eclesiásticas. Esos cambios incluyeron la creación de rituales para bendecir uniones de parejas del mismo sexo, la consagración como obispo de New Hampshire en el 2003 a Gene Robinson, quien es abiertamente gay, además en el 2006 nombraron como Obispo Presidente de la Iglesia Episcopal de los Estados Unidos (título equivalente a primada) a Catherine Jefferts Schori, primera mujer en ocupar dicha posición y quien apoya el nuevo rumbo de la Iglesia. Más allá de los cambios las acciones de GAFCON en contra de las diócesis liberales en Canadá y EU han sido tan exitosas que tuvieron impacto en parroquias conservadores en el norte. Es así como comienza un proceso de desafiliación en el que parroquias norteamericanas quedaron bajo la autoridad del Primado de Nigeria, Peter Jasper Akinola. Como parte de la misión evangelizadora , el Primado de Nigeria crea Convocation of Anglicans in North America (CANA) e incluso consagra obispo a Martín Minns para atender a las comunidades desafiliadas. El Reverendo Minns sacerdote de la parroquia de Turo Church al norte de Virginia, estuvo al frente del proceso de desafiliación de las estructuras de Iglesia Episcopal de los Estados Unidos.

Para muchos las acciones de GAFCON y del Arzobispo Akinola son intervenciones impropias en jurisdicciones ajenas. El pasado año en una de las raras entrevistas concedidas a la prensa occidental, Akinola respondió a las acusaciones sobre intervenciones impropias en el norte diciendo que, “…cuando los americanos invaden Afganistán es en nombre de la paz mundial. Cuando Nigeria se mueve a Biafra es una invasión. Cuando Inglaterra lleva el Evangelio a otro país es misión. Cuando Nigeria lo lleva a América es intromisión…” Dejaba claro que los cambios promovidos en la Iglesia no sólo están lejos la interpretación conservadora y tradicional de la Biblia sino que además son, desde su perspectiva, imposiciones imperialistas.

De dónde viene el dinero

A la capacidad organizativa y de convocatoria de GAFCON se suma su capacidad de autogestión. Esta última quedó corroborada a finales del mes de junio cuando en un período menor de seis meses GAFCON convocó y organizó una conferencia de obispos opuestos a las nuevas corrientes en la Iglesia. La conferencia contó con la participación de sobre 200 obispos conservadores y se llevó a cabo en la ciudad de Jerusalén. De allí surgió la propuesta de formar una nueva iglesia y se organizó el Fellowship of Confessing Anglicans (FOCA). Como un signo de victoria Akinola manifestó que en tiempo record lograron recaudar 2.5 millones de libras (alrededor de $4,000.000) de los cuales 1.3 millones de libras fueron recaudados en Nigeria. No es de dudar, pues a pesar de que el 70% de la población en ese país vive con menos de un dólar al día, es también el octavo exportador de petróleo en el mundo. Sin embargo, figuras de respeto en la Iglesia Episcopal, han insinuado que la aparente auto gestión de GAFCON tiene su base en organizaciones conservadoras del norte tales como el Institute on Religion and Democracy. Estos señalamientos han sido completamente negados por Akinola.

La homosexualidad no es africana

El pasado Presidente de Nigeria Olusegun Obasanjo declaró públicamente en el 2004 que la homosexualidad es claramente anti-bíblica, no natural y no africana. Otros mandatarios africanos y algunos líderes religiosos se han expresado de manera similar. Curiosamente, a pesar de que se afirma la no existencia de la homosexualidad, más de la mitad de los países africanos criminalizan las relaciones consentidas entre personas del mismo sexo y en tres de ellos es un delito que podría tener sentencia de pena capital.

Es en este contexto de invisibilización y represión que las organizaciones gays africanas luchan al interior de diversos países aún a riesgo de sus propias vidas. En un testimonio recogido en el informe Voices From Nigeria, 2006 de la Internacional Gay and Lesbian Human Rights Commsision, Davis Mac Iyalla alega que en octubre de 2005, al día siguiente de hacer unas críticas públicas al Arzobispo Akinola, fue detenido por la policía junto a otros ocho miembros de Changing Attitudes Nigeria. Durante la detención no se les proveyó de agua o comida por un período de tres días. Finalmente fueron dejados en libertad sin acusación ni explicación alguna.

No sólo existen organizaciones de gays y lesbianas en África sino que además hay voces de disenso frente a la teología conservadora dentro de las comunidades religiosas. Una de las voces más prestigiosa es la del Arzobispo Desmond Tutu. Tutu, sudafricano y ganador del premio Nobel de la Paz, ha declarado que hacer pensar a las personas que por motivos de su orientación sexual que no son hijos e hijas de Dios es un acto de blasfemia de parte de algunos sectores eclesiásticos. A esta voz se suma el Primado de Sudáfrica, Arzobispo Njongon Kulu Ndungane, quien ha solicitado el cese de la discriminación contra las personas gays y lesbianas. Precisamente Sudáfrica es uno de los pocos países en el mundo que garantizada en su constitución la protección por motivos de orientación sexual. Debido a esto el Tribunal Constitucional Sudafricano, dictó el pasado año que se cambiara la definición de matrimonio para dar paso a los matrimonios de parejas del mismo sexo.

Un proyecto de ley aberrante

Aberración, así, según algunos religiosos conservadores es definida la homosexualidad en la Biblia y la aberración debe ser eliminada de la faz de la Iglesia y del tejido social. Estos motivos morales religiosos son los que sostienen las llamadas leyes de sodomía. Nigeria es uno de los Estados africanos que penalizan las relaciones consentidas entre personas del mismo sexo. El capítulo 42, artículo 214, del Código Penal nigeriano, establece una sentencia de catorce años para aquellas personas encontradas culpables de sostener relaciones sexuales consentidas con alguien de su mismo sexo. Además desde 1999 en doce estados de Nigeria se aplica el código penal de la Sharia, una reinterpretación de algunas normas establecidas en el Corán. Estas leyes de la Sharia establecen la pena de muerte para aquellas personas encontradas culpables de sostener relaciones sexuales consentidas con alguien de su mismo sexo.

Aparentemente esta dureza y represión no es suficiente. El 19 de enero de 2006 el entonces ministro de Justicia, Bayo Ojo sometió a consideración del parlamento un proyecto de ley que llevó por título “Ley que dispone la prohibición de relaciones entre personas del mismo sexo, la celebración de matrimonio entre ellas y otros asuntos relacionados”. Dicho proyecto, no sólo prohibía el matrimonio entre personas del mismo sexo, sino que condenaba a cinco años de prisión a toda personas que celebrase una bendición y/o unión de parejas del mismo sexo y establecía la misma sentencia para aquellas personas involucradas en registrar organizaciones, clubes o auspiciar reuniones y/o publicidad de las organizaciones gays o lésbicas. Es decir, el proyecto de ley tenía un impacto en abogados, revistas, periódicos y religiosos que apoyaran de una forma u otra a organizaciones de la comunidad gay nigeriana.

El proyecto de ley era tan escandaloso que levantó señalamientos no sólo de organizaciones de derechos humanos como Amnistía Internacional, Human Rights Watch y la Internacional Gay and Lesbian Human Rights Commission sino que además fue señalado por el Comité de Derechos Humanos de la ONU y por el Departamento de Estado de los Estados Unidos.

Fieles a su posición, el Arzobispo Akinola y la mayoría de los sectores religiosos conservadores de Nigeria apoyaron públicamente el proyecto. De esta manera comprometieron parte de su prestigio y seriedad. Hoy afirman que la propuesta era más benévolo que las leyes de la Sharia.

Cada vez más los derechos humanos son el marco ético moral que sirve como referente para reflexionar y actuar en torno a los distintos grupos humanos. En 1994 en el histórico caso Toonen v. Australia, el Comité de Derechos Humanos de la ONU encargado de vigilar la aplicación del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos sostuvo que la orientación sexual debe considerarse una condición protegida de la discriminación. Desde esa perspectiva la discriminación hacia las personas gays y lesbianas, es un mal social. El ejercicio de ese discrimen por parte de individuos o instituciones es una conducta hostil que puede generar acciones aberrantes.

“Es más fácil desintegrar a un átomo que un prejuicio”

Próximos a concluir la Conferencia de Lambeth 2008, muchos piensan que la Iglesia Anglicana está al borde de una división. La ausencia en el evento de más de 200 obispos, casi todos de Nigeria, Uganda y Ghana podría dar justa razón a lo anterior. Habrá que esperar el curso de los hechos, pero no es la primera vez que instituciones cristianas se dividen. El disenso, la crisis y también el cisma han estado presentes a lo largo y ancho de la historia de la Iglesia, sobre todo en los momentos en que fue necesario revisar las estructuras eclesiásticas y los entendimientos teológicos para cumplir con la labor pastoral y profética.

Leonardo Boff, teólogo católico brasileño hace un llamado urgente en su libro Virtudes para otro mundo posible a la coexistencia pacífica entre “las tribus de la Tierra”, para lograrlo el respeto será una virtud necesaria. Habrá que “aprender a reconocer al otro en su alteridad, percibiendo su valor intrínseco”. Los prejuicios son obstáculos para el verdadero conocimiento de la otra persona. Al citar a Albert Einstein: “Es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio” reconoce la dificultad de la tarea. Sin embargo, ese es el reto que confrontan las comunidades de fe hoy. En parte la pregunta sigue siendo la misma que durante el período de conquista e imposición de la fe cristiana en las tierras americanas y africanas, ¿son esas culturas tan diferentes a la nuestra, sujetos de condición humana o son sub-humanos a los que podemos humillar, utilizar o eliminar?

Publicado por la revista electrónica Hola Puerto Rico en julio de 2008
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